Un ordenador de mano, qué fuerte.

Con un poco de retraso pero ahí va este post.

Ya tengo la PDA. Es un Pocket PC de Acer y es muy chula. Me la he traido a la oficina y hemos conseguido conectarla por wifi a la red de la empresa.

Aún estoy haciéndome con ella, tengo que aprender que las cosas se organizan de otra forma. Me gusta mucho, y lo que encuentro más útil es que se puedan ejecutar archivos desde dispositivos externos como una simpe tarjeta de memoria. Esto incluye texto e imagen pero también video. Tengo que hacer más pruebas para ver lo que se puede hacer y lo que no.
Cuando consiga instalarle el GengisCAD (como el AutoCAD pero para PDAs) y le funcione lo voy a flipar.

Actualización: Le he instalado el GengisCAD y funciona, es más difícil de manejar que el AutoCAD pero funciona. Así que le he puesto también un programa de dibujo y retoque fotográfico (como el Photoshop).

Cosas como ésta o la video-conferencia son con las que yo soñaba cuando veía los dibujos del Comando G. Alucinaba con los relojes que llevaban, que hacían las veces de walkie-talkie (por entonces yo no tenía el concepto de teléfono móvil). O con el libro de la sobrina del Inspector Gadget, que era un ordenador en toda regla. Y ahora ya han pasado esos más de 20 años que sabía debían pasar hasta tocar con mis propias manos esas maravillas de la tecnología.

Aún así no descarto todavía el llegar a ver de cerca uno de esos relojes con video-conferencia.