Ha sido muy divertido y más grande que ningún otro año en los que he estado. También había muchísima gente. A las 2 horas de haber abierto el viernes ya llevaban vendidas 7.000 entradas, nosotros tuvimos que hacer una cola de 1 hora y media para poder comprar la nuestra, y eso que ese día los que iban disfrazados entraban gratis. Ya os podéis imaginar lo petado que estaba aquello. Aún así, al menos se podía caminar aunque con cierta dificultad.
Había mucho manga, mucho, y todo en castellano (y algo en catalán). Los stands de las editoriales y las tiendas estaban a rebosar y la gente compraba a gusto. Yo pude pillar el número 20 de La Espada del Inmortal y otra obra nueva de Hiroaki Samura, con lo cual ya estaba muy contenta.
En seguida nos dimos cuenta que no merecía la pena cargar mucho de manga puesto que ahora ya podemos comprarlo todo aquí en Murcia (gracias Enrique, gracias Pilar). Por eso nuestra atención se fijó este año en el merchandising y en la cantidad y buen precio de las figuritas y accesorios varios que poblaban los stands. He visto 5 versiones de las Bolas de Dragón diferentes (incluyendo las pelotas de plástico con redecilla y todo, al más puro estilo del Entierro de la Sardina).
Tras varios intentos me compré un bolso enorme de "Death Note" y un monedero también de la misma serie. Probé suerte con un par de bolas con muñequito dentro de las máquinas expendedoras, pero me salieron los dos personajes de Final Fantasy que menos me gustan.
El contacto con otros otakus estuvo muy bien, había muy buen rollito, a los Dementores se les debía de estar haciendo la boca agua. La mitad de la gente iba disfrazada y de éstos la mitad iban vestidos de personajes totalmente desconocidos para mí (imaginaos lo desconectada que he estado), claro que muchos eran de vídeo juegos. Me sigue haciendo gracia que chicos supuestamente en la edad del pavo no tengan ningún reparo en pintarse los pelos y vestirse de personaje de dibujos animados, y me encanta. Este año había muy buena calidad en los disfraces. El concurso de cosplay estuvo genial, lo disfruté más de lo que pensaba y los que ganaron eran los que más me habían gustado a mí, los segundos también molaban mucho.
La sorpresa me la llevé el sábado después del concurso cuando empezaba el concierto de Nobuo Yamada, que me sonaba el nombre y resulta que es el que canta la canción original de Saint Seiya (Los Caballeros del Zodiaco). La gente, más maja, jaleaban a las señoras de la limpieza que preparaban el escenario descargándolo de plumas (¡que enchufen el aspirador, que lo enchufen, bieeeeeen!). Y después salió el Yamada-san y los que se sabían la canción de memoria (qué fuerte, después de tanto tiempo) la cantaban a voz en grito: Seint Seiya! Pegasasu no youni! Muy divertido.
En fin, encantada de haber retomado el interés por el manga y el anime y por supuesto el idioma japonés.
